El conjunto ruso, de la mano de un gran Shved, vuelve a la lucha por las medallas tras varios años de ausencia
Ambas selecciones se presentaba en estos cuartos de final tras dar la sorpresa en su partio de octavos, eliminando a Lituania y Croacia, dos de las teóricas favoritas a luchar por las medallas.
Así pues, dio comienzo el partido, con los dos equipos muy enchufados en ataque y algo despistados en defensa. Tras estos primeros mintuso de tanteo, Grecia cogía las primeras ventajas, de la mano de un gran Calathes, brillante en la dirección durante todo el partido. Rusia no conseguía parar las transiciones de Grecia, y los helenos seguían aumentando la ventaja, que llegó a los diez puntos durante el primer cuarto. Por su parte Rusia, algo desacertada durante la segunda parte del primer cuarto, en especial su estrella Shved, consiguió reducir diferencias y llegar al final del primer cuarto por debajo de los diez puntos; 24-17 para los helenos al final del primer período.
El segundo cuarto fue más igualado, con ambos equipos espesos en ataque y mejorado sus prestaciones en defensa, sobre todo Papanikolau, vital en el rebote para los griegos. Shved seguía algo desarcetado y ansioso, con muchas pérdidas de balón, pero encontrando algún tiro abierto para sus compañeros, que hizo que la ventaja no se dispara. Así pues, se llegó al descanso con seis puntos de ventaja para los griegos, 37-31.
Tras el descanso, Grecia comenzó de nuevo muy fuerte, alcanzando de nuevo una ventaja por ecnima de los diez puntos, 47-36. Sin embargo, la salida de los vestuarios nos trajo también la mejor versión de Shved. El jugador ruso destapó el tarro de las esencias, y con quince puntos en el tercer cuarto consiguió que su equipo empatara el choque, 51-51. Una última canasta del conjunto heelno dejó el marcador en 53-51 para los griegos al final del tercer cuarto.
Así pues, y con un marcador apretado, se nos presentaba un último cuarto apasionante. Rusia comenzó a tomar el mando del partido, de la mano de Shved en ataque y un gran Mozgov en defensa. De este modo Rusia tomaba el mando en el marcador, 53-55 al comienzo del últmo cuarto. Por su parte, Grecia, emepzaba a dar síntomas de gran cansancio, sobre todo sus dos baluartes ofnesivos, Calathes y Printezis, este útlimo mu errático desde el 4,60. A falta de cuatro minutos, Rusia contaba con su máxima diferencia del partido, 60-65; renta que mantuvo con dos buenas canastas de Khostov, que sentenciaron el partido a falta del carrusel de tiros libres del final del partido. Al final, 69-74 para los rusos, que vuelven a unas semisfinales de un Eurobasket tras el bronce consegudo en el 2011.
Destacar, por parte e los rusos, a Alexey Shved, con 26 puntos y 6 asistencias, y Timofey Mozgov, con 15 puntos y 10 rebotes. Por parte del conjunto griego, destacar la gran actuación de Nick Calathes, con 25 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias; además de Printezis, con 15 puntos y 7 rebotes.
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