Este pasado viernes 25 de Noviembre tuve el honor y el placer de participar en una charla entre entrenadores y miembros del Comité Català d´Árbitres en el mítico club Sant Josep de Badalona.
La idea se le ocurrió al Sr. Guillem Franquesa, Director Técnico del club. Tras una serie de dudas acerca del arbitraje y de cómo la vida y trabajo del árbitro puede influir en un partido y en su relación con los demás participantes, se puso en contacto con el Comité de Árbitros para solicitar una reunión a celebrar en dicho club y en la que pedía que acudiese algún árbitro con experiencia y otro con algo menos de rodaje y que actualmente estuviera más relacionado con las categorías de formación.
Fuimos propuestos Carlos Calvo como árbitro de la Escuela de Árbitros y yo como ex – árbitro y actual técnico, a lo que sin dudarlo aceptamos de buen grado participar en dicha actividad.
Lo que inicialmente iba a ser una charla en la que iban a resolverse ciertas dudas se convirtió en un agradable coloquio, intercambio de opiniones y experiencias entre todos los allí presentes durante más de dos horas (hasta que nos echaron). Resulta muy satisfactorio ver como entrenadores desde equipos de formación a otros grandes referentes de los banquillos como el mismísimo Miquel Nolis se prestan a este tipo de actividades en las que pretenden conocer aspectos técnicos del arbitraje para poder entendernos, conocer nuestras inquietudes personales y saber lo que esperamos de un entrenador (actitud, compromiso, empatía, etc).
Sin duda, ha sido una grandísima experiencia y desde aquí quiero agradecer a Guillem Franquesa por su iniciativa, al Comité Català d´Árbitres por contar conmigo junto a Carlos Calvo para representarlos y a todos los que estuvieron presentes (en la foto no salen todos) y a los que quisieron pero que por diferentes motivos no pudieron acudir. Según estuvimos comentando con los entrenadores una vez acabó la charla, todos se mostraron satisfechos de haber podido participar, contentos de que en su club se haya podido disfrutar de una actividad tan enriquecedora e incluso planteando la posibilidad de volver a celebrar otras pronto ya no sólo con entrenadores sino entre árbitros y jugadores.
Iniciativas como esta acercan el arbitraje a los demás participantes, así como ayudarnos a los árbitros a comprender a entrenadores y jugadores facilitando el trabajo de todos y fortaleciendo las relaciones de manera que, sin duda, se pueda crear un escalón más en la base de nuestro deporte, alejándolo de otros deportes menos respetuosos y acercándonos a lo que queremos, un deporte limpio en el que predomine el fair play.
Ojalá esta no sea la última actividad que se realice entre clubes y árbitros. Desde aquí animo a todos los clubes a que prueben este tipo de actividades tan sumamente productivas para todos.
¡Larga vida al baloncesto!