El Real Madrid ha empezado la Euroliga como la terminó. Ganando. Una actuación muy coral del equipo dirigido por Pablo Laso ha sido suficiente para imponerse al Darussafaka, un equipo joven con muchas caras nuevas que pecó de falta de garra en defensa.
Fuente: Twitter Real Madrid
Los locales empezaron con mucha intensidad y acierto en ataque, haciendo partícipes a diversos jugadores. Así Randolph, Causeur y Taylor inauguraron el marcador. Por otro lado, el equipo turco entró en el partido despistado en defensa y sin ideas en ataque, factor que se vio agravado por la presencia de Tavares, que fue una auténtica pesadilla en la pintura. Con un marcador de 17-6, Ahmet Caki pidió el primer tiempo muerto. Esto no arregló las cosas en ataque, pero frenó la hemorragia defensiva del Darussafaka, que con un triple de Ozmizrak se puso tan solo a siete puntos al final del primer cuarto.
El Madrid entró, otra vez, con fuerza y la diferencia volvió a superar los diez puntos. Aun así, Michael Eric respondió para volver a poner el marcador por debajo de los dos dígitos. Sin embargo, malas decisiones en ataque por parte de Ray McCallum y un gran acierto de Rudy y Campazzo volvían a abrir la brecha (46-31), que fue de nuevo cerrada por el equipo turco, gracias a la carga del rebote ofensivo (46-36).
Fuente: Twitter Real Madrid
Viendo que no conseguían terminar de romper el partido, Laso dio entrada de nuevo a Llull y Tavares, y estos respondieron con una canasta, un tapón y un triple sobre la bocina para cerrar, con una diferencia de 15 puntos, el segundo período. (53-38)
Un tercer cuarto de sueño para ganar el partido
El conjunto dirigido por Ahmet Caki vio como todo el esfuerzo realizado para mantenerse vivos se desvanecía en tres minutos. Así es, los blancos pusieron, definitivamente, el pie en el acelerador y, liderados por Randolph, anotaron 16 puntos en tan solo tres minutos. Minetras tanto, McCallum y Peiners intentaron, con poco éxito mantener las opciones de los suyos (69-47).
Caki dio entrada a jugadores menos habituales, y en este contexto, Kossut dio un rendimiento inesperado, anotando 10 puntos en cinco minutos. Pero, los triples de Taylor, Carroll y uno de Llull, otra vez, sobre la bocina disiparon cualquier duda para cerrar un tercer cuarto que acabó con 38 puntos anotados por los merengues.
En el último período el Madrid continuó a golpe de triple, pero, con el partido decidido, bajaron la intensidad defensiva y esto permitió a un McCallum más centrado maquillar sus estadísticas y el marcador final (109-93).
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