Nueva derrota de Gran Canaria en la Euroliga (80-99) ante uno de los clásicos de esta competición, el Panathinaikos griego. Con esta, los locales suman ya 18 derrotas en su debut en la máxima competición continental por solo seis victorias, continuando en los puestos de abajo de la clasificación. Por su parte, los griegos siguen en la lucha por acceder a los puestos que dan acceso al play-off.
Se antojaba, de inicio, un partido complicado por Gran Canaria, con algunas bajas importantes, pero los locales estuvieron metidos en el choque hasta el comienzo del cuarto cuarto. Durante los primero diez minutos, la igualdad era la tónica predominante. Los griegos no conseguían despegarse en el marcador y así se llegó con una pequeña visitante (+2) para los visitantes. Los segundos diez minutos de choque transcurrieron casi por la misma dinámica. Los de Pitino no eran capaces de romper el partido y gracias a los triples, sobre todo de Rabaseda, los locales consiguieron mantenerse cerca en el marcador. De escasa manera, se fueron con solo cinco puntos que remontar al descanso, dejando claro que iban a luchar hasta el final por llevarse la victoria (45-50 al descanso)
A la vuelta de los vestuarios, la dinámica fue parecido a lo visto en los primeros veinte minutos de choque. Panathinaikos, liderado por Langford y Calathes seguía liderando el choque pero no conseguía hacerse con una renta suficiente como para estar tranquilos, aunque Gran Canaria no había conseguido ganar ningún de los parciales que se habían disputado. (66-73 para los visitantes)
En el comienzo del cuarto periodo se produjo el parcial que dinamitaría el partido (3-11) para los griegos, golpe del cual no se pudieron levantar los locales. Con ese margen de 15 puntos, Panathinaikos jugó con mucha más tranquilidad y supo mantener esa renta y ampliarla hasta los 19 puntos finales.
Rabaseda con 21 puntos fue el más destacado para los locales mientras que Langford con 18 lo fue para los visitantes.
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