RECOBRANDO EL AMOR POR EL BALONCESTO

Llevo unas semanas un tanto apartado de la web, debido a mi reciente paternidad, y ya tenía ganas de volver para escribir este artículo. Y es que, sin ninguna duda, ser padre te hace ver las cosas de manera diferente…

Pongámonos en situación; hace unos días nos llegó a través de nuestro compañero y redactor de la web Borja Benito, un vídeo que nos llamó muchísimo la atención.

Partido de categoría cadete, liga especial (la de máximo nivel balear), entre los clubs C. B. CIDE, y el de nuestro protagonista, el Sa Pobla Basket Club (@sapoblabasquet).

En un momento del partido, nuestro protagonista Adrià Cifre, un campista asiduo al campus de verano de su paisano y jugador del Real Madrid, Rudy Fernández (@CampusRudyFernandez), lleva la acción ofensiva de su equipo con balón controlado, y cuando se dispone, o se supone que se disponía, ha realizar el dribbling contra su defensor, ocurre la siguiente acción…

En este mundo en el que la competencia y la competitividad son el sustento de la sociedad, ya sea en deportes, política, empresas, puestos de trabajo, etc etc… Acciones como esta, le devuelven a uno la esperanza de que los valores que transmitimos en el deporte, SIGUEN SIRVIENDO PARA EDUCAR Y FORMAR A LOS MÁS JÓVENES!!

Lo «normal» hubiese sido aprovechar la ventaja del resbalón, traspiés, caída o desequilibrio del defensor. Cabe decir que cuando trabajamos técnica individual, se suele trabajar la lectura de los pies del defensor para saber cuando es el mejor momento para «romper» al defensa con un cambio de mano oportuno y su consiguiente cambio de ritmo. También podría haber terminado la acción, y después disculparse con el chico que se caía o ofrecerle un «ánimo», e igualmente hubiera imperado el FairPlay.

Pues NO!! Adrià decidió que el baloncesto es un deporte noble, donde hay 5 que atacan y 5 que defienden, y aprovecharse de un error no forzado de un rival, para romper esta regla del 5c5, y ser un deporte más donde favorecerse de algo así está a la orden del día, pues no le parecía bien…

Y no nos engañemos, este chico (estos equipos) no estaban jugando la copa colacao, o una copa colegial, torneo amistoso, o similar, donde la deportividad suele ser más plausible y destacada… No no; estaban jugando un partido de la máxima división autonómica de su categoría!! Es como si en Catalunya jugarán Barça y Penya, o en Madrid él Estudiantes Real Madrid… No era un partido de moco de pavo, quién sabe si ese partido puede determinar quién de los dos equipos va a Campeonatos de España… Y si esa jugada hubiera valido para ganar el encuentro…

Posiblemente la educación recibida por el chico, los valores deportivos que de seguro su padre Toni Cifre (@cifre_toni) imparte en Adrià tienen parte de culpa… Así como la labor del coordinador del club de Sa Pobla, Miquel Socies Ramón, un hombre humilde con una dedicación extrema y desinteresada al club y jugadores, seguro que habrá tenido también su pellizco de responsabilidad…

Pero todo el mérito es de él, de Adrià!! Y desde aquí nos ponemos en pie y aplaudimos enérgicamente a este jugador cadete, por este gesto de deportividad y porque seguro que tiene unos valores como persona y deportista magníficos!!

Estoy seguro de que acciones como esta se producen cada semana en el mundo del baloncesto. Estoy seguro de que nuestro deporte es único en este sentido. Y estas cosas son las que me hacen Recordar por qué amo (amamos) tanto este bendito deporte llamado B A L O N C E S T O!! Como decía al principio, ser padre te hace ver las cosas de distinta forma en cierta manera, y si algo tengo claro para mis hijas, es que deben hacer deporte… Y con estas cosas, con la acción de Adrià, con los valores que tiene y transmite el basquet, mi deseo de que el deporte que hagan o elijan sea baloncesto, se acrecienta aún más si cabe…