Pedro Martínez, la chispa del cambio

Una inyección de moral, el mejor antídoto para la depresión o incluso una dosis de lógica y realidad. Llámenlo como quieran, pero Pedro Martínez ha llegado a Baskonia para sacarlo de las catacumbas y hacerlo volar. No ha tardado mucho el técnico barcelonés en revitalizar al equipo. El 27 de octubre inició su andadura al frente del plantel vasco tras un desolador arranque de temporada con Prigioni a la cabeza. De las dos victorias y siete derrotas que acumuló el conjunto baskonista entre la Liga Endesa y la Euroliga, se ha pasado a una racha de 10 triunfos y tres derrotas –quinto en la Liga y noveno en la Euroliga–. Además, esa buena dinámica le ha convertido en el mejor técnico del mes de noviembre. ¿Casualidad? No lo creo.

Sereno y cabal. Un entrenador que ha vivido de todo y que no merecía estar sin trabajo. Recordemos que gracias a él, Valencia Basket destrozó a todo un Real Madrid en la pasada final de la Liga ACB (consiguiendo la primera liga taronja de su historia), no sin antes, llevar a los valencianos a jugar dos finales más. Una temporada histórica que siempre será recordada por los aficionados de “La Fonteta” y que, seguro, más de uno lleva al entrenador en el corazón. Porque al fin y al cabo, eso es lo que reflejan los equipos de Pedro; corazón, alma, espíritu y mucha garra.

La última victoria, el pasado sábado, será una de las que más ha disfrutado. No por ser un derbi o por ser un partido más. Pedro Martínez fue homenajeado debido a que cumplió su partido número 800 en Liga Endesa (su victoria 414), solo superado por el gran Aíto con 1077 partidos. Como él dice, es fruto de la perseverancia y del sufrimiento acontecido durante esos infinitos partidos. Además, mantiene la motivación y quiere mucho más, pero con cabeza. Como afirma en una entrevista a nuestros compañeros de El PAÍS: “La diferencia entre ganar y perder a este nivel es muy pequeña. El componente anímico es muy importante. Cuando se agarrotan las piernas porque las cosas no salen, se pierde la confianza y la naturalidad. Un chispazo puede cambiar la dinámica, no tanto porque se toquen unas teclas secretas. Ni antes era todo horroroso, ni ahora es todo maravilloso”.

Y es que la vida puede ser maravillosa, como el baloncesto. Allá por noviembre del año 2005, este mismo entrenador era destituido por el mismo equipo que entrena a día de hoy. Tan solo pudo disputar nueve partidos en los que no convenció y tuvo que dejar su puesto. Sin duda, uno de los momentos más duros de su carrera, pero amigo, ahora el destino ofrece una segundo oportunidad para subsanar aquello que ocurrió en el pasado y ha convertido a Don Pedro en el salvavidas de este Baskonia. Por el Buesa Arena, las caras han cambiado. Para bien. Los aficionados sueñan, ya que ven en el parquet el trabajo duro y de equipo que ha instaurado Pedro Martínez. Llevan en volandas al equipo y el equipo responde. Las victorias llegan y se disfrutan (echen cuenta del 105-75 endosado al Real Madrid). Queda mucha temporada, pero el primer paso está dado. La calma social y deportiva se ha instalado por el fortín de Baskonia. Con esta base, Pedro Martínez puede hacer cosas importantes. Y es que, lo que da de sí una chispa ¿no?

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