Clásico europeo para medir las urgencias

Los blancos han perdido seis de sus últimos siete partidos de Euroliga y los azulgrana no ganan fuera desde febrero. Tocar fondo o salir a flote.

Real Madrid y Barcelona se verán las caras, por segunda vez esta temporada y primera en Euroliga, en un Clásico que se envenena por la importancia que tiene a estas alturas de temporada y marcado por la irregular marcha europea de ambos equipos. Los madridistas acumulan seis derrotas en los últimos siete encuentros en competición europea y cierran la clasificación de los equipos que aún tendrían un hueco en cuartos de final. Los azulgrana, por su parte, están lejos de esas primeras ocho posiciones y a sus dudas europeas han sumado en los últimos tiempos las domésticas, por lo que el encuentro de esta noche servirá para frenar una crisis y alargar la del rival un poco más.

En el Real Madrid, con poderío en Liga Endesa, ven aumentadas las dudas cuando toca jugar en Europa (dos derrotas en casa) y, además, vienen pagando su desgarrador parte médico. Para este trascendental partido, Laso recupera a Rudy Fernández y Facundo Campazzo, pero sigue sin poder contar con los lesionados de larga duración (Llull, Ayón, Kuzmic y Randolph). A ello, hay que sumar que el niño de los prodigios, Luka Doncic (20.9 puntos, 6.1 rebotes y 4.2 asistencias por noche en Europa) ha estado con fiebre y no ha entrenado durante la semana, aunque jugará. Sin duda, este será otro exigente test para el mermado juego interior madridista en el que Thompkins se ha convertido en el referente ofensivo por dentro en los últimos partidos (13 puntos de media), mientras que Tavares y Reyes se encargan de la parcela defensiva.

No soy adivino de lo que va a pasar. Estamos viviendo una situación especial, difícil, para el club y los jugadores y hay jugadores que están dando pasos hacia delante en el grupo, independientemente de los problemas que tengamos. En ningún momento pensamos en estas bajas”, afirmaba Pablo Laso en referencia a todo aquello que rodea a la enfermería blanca.

Por parte del club blaugrana, las dudas llegan más por el juego que por las bajas. La montaña rusa a la que se expone en cada partido la plantilla de Sito Alonso está mermando los objetivos del equipo. Este Barça, capaz de alternar minutos maravillosos de juego con grandes apagones, le cuesta imponer su ritmo de partido y se le achaca una enorme falta de intensidad en ciertas fases del encuentro. Por ello, deberán tener como punto de referencia el clásico liguero de hace unos meses que cayó de su lado, gracias a su mentalidad y al saber jugar los momentos más calientes. Unos momentos comandados por Thomas Heurtel, el base francés que hoy contará para Sito Alonso ya que por precaución no jugó contra Tenerife debido a un golpe en la pierna. A él, se sumarán el animal, Kevin Seraphin -la principal baza ofensiva del equipo con 13,5 puntos- y Adrien Moerman, uno de los protagonistas de la victoria del primer partido en Madrid.

«No podemos caer nunca en el desánimo, tenemos que exigirnos muchas cosas. Los jugadores tienen que aprender de los errores y no repetirlos. No creo que el equipo tenga que presionarse por una situación clasificatoria, debe presionarse por mejorar cada día”, señalaba Sito Alonso para que sus jugadores se encuentren motivados de cara al encuentro.

 

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