Ya están en juego las Finales de Conferencia de la NBA en las que se encuentran Boston Celtics, Cleveland Cavaliers, Golden State Warriors y Houston Rockets. Por el camino de estos Playoffs dejaron en las semifinales a equipos que han estado de sobresaliente en esta temporada, como los Toronto Raptors, Utah Jazz, Philadelphia 76ers y New Orleans Pelicans.
El primer equipo en clasificarse fue sorprendentemente Cleveland. Contra todo pronóstico, eliminaron a los grandes favoritos del Este, a la franquicia canadiense que dirige Dwane Casey, pero se les volvió a atragantar la postemporada, y encima sucumbieron por un bochornoso 4-0.
Los Cavaliers este año no disponen de un equipo de gran calidad como lo han tenido en las últimas temporadas, pero LeBron James es mucho LeBron James. Él solo ha endosado a los Raptors 123 puntos en cuatro partidos, con un 54’17% de acierto en tiros de campo, 31 rebotes y 41 asistencias. Como comparativa tenemos la actuación de las dos estrellas de Toronto, DeMar DeRozan y Kyle Lowry, quienes se combinaron para aportar 136 tantos (49’5%), 30 rebotes y 42 asistencias, números parejos a un único jugador del rival, a LeBron.
Por cuarta temporada consecutiva Cleveland luchará por ser el campeón del Este, y por tercer año seguido los Raptors tienen unos Playoffs para olvidar eliminados nuevamente por la franquicia de Ohio. Con la ayuda de Kevin Love y las pobres aportaciones de Kyle Korver, J.R. Smith y George Hill, los Cavs se mantienen en las eliminatorias, y, de esta forma, el español José Manuel Calderón está presenciando sus primeras finales de conferencia.
Su rival en la lucha por el Este son los Boston Celtics quienes no se están dejando sorprender (2-0). Sin Irving y sin Hayward, pero con jóvenes que parecen ser auténticos veteranos de la liga como Jaylen Brown, Terry Rozier, Marcus Smart o el rookie revelación de los Playoffs Jayson Tatum, los Celtics sueñan más que nunca con volver a las Finales de la NBA 8 años después.
En semifinales se enfrentaron a unos prometedores Philadelphia 76ers, donde el llamado «El Proceso» parece haber llegado a su fin definitivamente. Sin duda tendremos en los próximos años a la franquicia de Pensilvania luchando cada temporada entre los 16 mejores de la liga. Llegaron a salvar el cuarto enfrentamiento en casa, pero el quinto en el TD Garden, con Tatum (25 puntos) y Jaylen Brown de líderes en los Celtics, decantó definitivamente la eliminatoria para los de Massachusetts.
Saltando al Oeste nos encontramos con los dos mejores equipos de la temporada en la pelea por la conferencia más codiciada en las últimas campañas, con la llamada por muchos la «final deseada» de la NBA. Houston Rockets y Golden State Warriors solventaron sus eliminatorias ambos con un 4-1.
James Harden, este año junto a Chris Paul, ha llevado a la franquicia texana a su segunda final del Oeste en cuatro años. Patinaron en el cuarto encuentro disputado en Salt Lake City, pero el quinto mandó a casa a unos Utah Jazz ilusionantes y llenos de talento de los cuales esperamos disfrutar el año que viene bajo la batuta de Ricky Rubio y del novato de moda, Donovan Mitchell.
En el partido decisivo, los Jazz ganaban por 97-96 a cuatro minutos del final, pero un exultante Chris Paul que anotó 12 puntos, 10 casi de seguido con dos triples, remató el cuarto punto para los Rockets. El base, tras visitar en 10 ocasiones los Playoffs, nunca había pisado una final de conferencia hasta este año. Nadie había jugado tantos partidos de postemporada (86) sin pisar dicha eliminatoria.
Y, por último, los campeones del Oeste en los últimos tres años podrán defender título de nuevo, aunque parece que Houston no se lo va a poner nada fácil de momento (1-1). Los Golden State Warriors ganaron de nuevo en el Oracle Arena en el quinto encuentro (113-104) y mantienen una racha de dos temporadas sin perder en casa en los Playoffs (15-0), algo que solo han logrado los Chicago Bulls de Michael Jordan.
Los New Orleans Pelicans mantuvieron las esperanzas al sacar el tercer partido en su Smoothie King Center, pero Steve Kerr lanzó al ya conocido como «quinteto de la muerte» para cerrar la eliminatoria. Stephen Curry, Klay Thompson, Andre Iguodala, Kevin Durant y Draymond Green fueron demasiado para unos Pelicans dependientes totalmente de Anthony Davis, y nada más.
Solo cuatro proyectos en la historia (dos de los Celtics, uno de los Lakers y los Heat de LeBron James) han jugado cuatro Finales de la NBA consecutivas. Los Warriors pueden ser el quinto.