Lo que pudo ser y no fue

Todos de pequeños tenemos unos sueños que cumplir. Todos tenemos un referente, un espejo a quien mirar.

Me cuenta un amigo «BB», lo que pudo ser y no fue. Lo que para él era su vida, resultó ser un calvario.
Empezó jugando a fútbol en su colegio, pero pronto se dio cuenta que ese no iba a ser el deporte de su vida. Tardó poco en cambiar el balón, y desde que lo cambió, solo ha querido una pelota y un nombre: BA-LON-CES-TO.

Empezó sus primeros pasos en el colegio, un equipo donde se proclamaron campeones de Barcelona, pero que a su vez tuvo su primer revés en la vida: perder a un compañero de equipo por culpa de una enfermedad llamada «Leucemia». No se lo podía creer. Jugó sus últimos minutos el pasado domingo , estaba bien, jugó bien …. y estando en casa, una noche, sus padres reciben y notifican la fatídica noticia: «Dani ha fallecido».

En ese momento incrédulo de él, negaba haber recibido esa noticia, pero sabía por dentro que su gran amigo y compañero de equipo, se había ido para siempre.

El mismo verano y tras ser llevado por un profesor suyo, recala por un club de barrio cerca de su casa. Rodeado de los mejores entrenadores , de grandes compañeros le hicieron mejorar día a día.

Cuatro años entrenando al aire libre, un campo que hacía pendiente, un campo de asfalto, un campo donde ha visto jugar grandes jugadores, algunos de los cuales brillan en la NBA, (Marc Gasol-Memphis), pero que tuvo que tomar una decisión con 15 años.

Una tarde del 09.05.01 ,suena el móvil:

«Hola soy «X» te llamo del Club Juventut de Badalona, y estamos interesados que formas parte de nuestro club como jugador»

Un mes más tarde, el 07.06.01 vuelve a sonar el móvil:

«Hola soy «Y» te llamo del Fútbol Club Barcelona, y estamos interesados que formas parte de nuestro club como jugador»

Cómo? Los dos mejores equipos de la ciudad quieren tenerme en su club? Pensamientos, deseos, nervios, emoción … como pensáis que está un chaval de 15-16 tras la que podían ser las dos llamadas más importantes de su vida?

Fueron semanas de mucho nerviosismo, semanas hablando con sus mejores amigos para ver que decidía, hablando con sus familiares, pero sobretodo con sus tíos y sus padres. Horas sentados decidiendo lo que podía ser una de las decisiones más importantes de su carrera deportiva.

Y por fin llegó el día, el día de la decisión 14.07.01:

«Hola «X», he decidido formar parte del Club Juventut de Badalona».

El sueño empezaba hacerse realidad, pero él sabía que no solo por llevar esa camiseta y ese escudo, estaba todo hecho. Sería una camino muy largo y muy complicado.

El 27.8.01 Empezaba la pretemporada con su equipo. Poco a poco, «BB» fue entrando en la dinámica de un club mítico como es la «PENYA». Un club grande pero rodeado de una gente única y especial que hicieron su estancia mucha más amena y mucha más fácil. Durante sus tres años, disfrutó de torneos, campeonatos de Catalunya, campeonatos de España, (disfrutando de su medalla de bronce Ganando al Estudiantes), ganando algunos de estos torneos tan importantes como el Torneo Navidad de Hospitalet, compartiendo vestuario con jugadores únicos: Rodolfo «Rudy» Fernández, incluso haciendo la pre-temporada con el primer equipo de la «PENYA», donde el gran Aito García habla con él, y le dice lo que quiere de él.

Todo iba sobre ruedas, el sueño cada vez estaba más cerca. Pero en el impás de estos 3 años, un partido amistoso contra el Real Madrid, donde estaba cuajando una gran actuación, el pabellón se quedó helado, y en silencio: solo se escuchó un grito y se veía a «BB» en el suelo, llorando y como mucho dolor en la rodilla. Salió de la pista cojeando cogido a sus compañeros. Su gente en la grada sabía que algo pasaba, pero su afán de seguir jugando y demostrar que podía, pidió a los médicos que le vendaran bien y seguir jugando, y así fue, acabó el partido.

Pero los presagios se confirmaban. «BB» se había roto los ligamentos y menisco. Adiós a toda la temporada y adiós a su sueño. Todo lo que había conseguido en 3 años, tras horas y horas de entrenos, se iba en un rebote defensivo.

Lo había dejado casi todo por su sueño. Había dejado el irse de vacaciones con sus amigos, había dejado de ir a cenas, dejado de quedar con familia, incluso había dejado de lado los estudios: solo quería una cosa, llegar a lo más alto…. hasta ese fatídico día donde su rodilla dijo: NO

Tras su operación y estar 8 meses de baja, empezó el año en el filial de la «PENYA», jugando su primer año senior en liga EBA. Su adaptación fue dura, pero su afán de superación hizo que a lo largo de la temporada se fuese ganando los minutos.

Una vez finalizada la temporada, su club decidió prescindir de sus servicios. Se acabó. Hasta aquí su sueño. Punto y final.

Su deporte, el BALONCESTO, se lo siguió tomando de la manera más sería posible, pero él ya sabía que no sería posible ser un profesional y vivir de esto.

Nunca sabremos si mi amigo no se hubiera roto la rodilla donde estaría.
Mi amigo llamado «Borja Benito», soy yo, el mismo que escribe este artículo.

«LO QUE PUDO SER Y NO FUE»