Que la NBA está teniendo una de sus mejores temporadas en el ámbito ofensivo es algo sobre lo que nadie tiene dudas. A dos semanas del parón del All Star, hasta ocho jugadores diferentes han logrado anotar mas de 50 puntos en un solo partido (Irving, con 49, se quedó a un solo punto de igualar esta marca en la derrota de Cleveland ante New Orleans anoche) igualando el record de la pasada temporada y de la 1989/90 y todo esto ¡sin ni iquiera alcanzar la mitad de la temporada! Lo que quiere decir que basta con que Curry, Durant, Lebron cualquier otra superestrella que no haya logrado esta hazaña durante esta temporada, consigan tener un muy buen partido para superar el record (algo que tampoco nadie duda que vaya a pasar).
Pero, ¿cuáles son las claves de esta locura anotadora que está sucediendo en la NBA ultimamente?
Los triples
Al igual que todos los deportes, el baloncesto también evoluciona, y con el su sistema de juego. Si te paras a comparar un partido de hace 15 años con alguno de los últimos años, una de las cosas que mas llama la atención es la «mano suelta» que existe hoy en día, donde un jugador que intente 15 triples en un partido no es nada del otro mundo. Han sido unos cuantos años de evolución a los que sin lugar a dudas Curry ha sido la guinda del pastel, casi perfeccionando un sistema que hoy es el que deleita a una gran mayoría en el baloncesto actual. Y es que actualmente lo normal es que de los cinco jugadores en pista, por lo menos tres o cuatro sean buenos tiradores de tres.
Sin irnos mas lejos, un claro ejemplo de esto es la comparación de grandes partidos entre Jordan y Curry. Michael Jordan llegó a anotar 50 puntos sin intentar ni un solo triple en hasta siete ocasiones, mientras que Curry ha anotado ocho triples en todos sus partidos que ha superado la marca de los 50 puntos (5).
Cancha abierta
La consecuencia principal de las manos rápidas que existen hoy en la NBA son la cantidad de espacios que se forman. Con la velocidad del baloncesto actual, es normal que muchos jugadores al defender grandes tiradores de tres en el perímetro, intenten tapar el tiro de primeras para evitar el «catch and shoot», haciendo que equipos con buena transición de balón estén bien separados en la cancha para al final encontrar el jugador abierto o creando un emparejamiento desnivelado en el uno contra uno.
Si hay un jugador que sabe aprovechar estas situaciones de juego es Harden y sus Rockets, que con un gran juego ofensivo esta temporada cuentan con el tercer mejor record del oeste. Los 60 puntos de Thompson ante Indiana son también una demostración de como abrir el campo adecuadamente y siempre encontrar el jugador abierto.
Las estrellas no descansan
El número de estrellas en la NBA en los últimos años es bastante alto. Jugadores como Cousins, Anthony Davis, John Wall, Antetokoumpo o Westbrook tienen en común que todos son los jugadores franquicia de sus respectivos equipos y cargan con ellos sin mucha ayuda de sus compañeros.
Muchos de estos equipos pudieran llegar a ser equipos de playoffs si sus superestrellas estuvieran siempre en pista, pero al salir, se desinflan como globos. Oklahoma a pesar de la enorme temporada de Westbrook se encuentra en sexto lugar esta temporada y los Pelicans de Davis, a pesar de contar con el tercer máximo anotador de la liga, se encuentran en décimo lugar sin muchas opciones reales de alcanzar los playoffs. Otros equipos, como los Bucks, al tener mejor plantilla sobreviven sin sus jugadores estrellas en cancha, aunque Antetokoumpo todavía lidere todas las estadísticas de su equipo.
Estas dependencias de los equipos a sus estrellas, hacen que estos estén mas tiempo en pista, facilitando la tarea de firmar grandes actuaciones noche tras noche.
Fuente: Sports Illustrated