Que la Copa del Rey es, posiblemente, la mejor competición a nivel de clubs que se puede ver en España y en Europa no lo pone en duda casi nadie. Como bien reza el lema del torneo, son 4 días de adrenalina. Pues bien, ayer tuvimos el primero de esos días.
Se presentaban el segundo partido de cuartos el líder de la Liga Endesa, el Real Madrid, contra el octavo clasificado, el Morabanc Andorra, por lo que parecía que podíamos estar ante una eliminatoria desigual. Pero como ya avisó en el partido ligero, el equipo andorrano no es una perita en dulce y ayer estuvo a tan solo cuatro segundos de hacer saltar todas las casas de apuestas.
El comienzo del partido estuvo dirigido por un nombre: Shermadini (27 puntos, 7 rebotes). El pívot andorrano dominaba en la pintura y permitía a su equipo empezar a tener ventajas considerables, que llegaron incluso hasta los 16 puntos. El pívot georgiano estuvo bien acompañado por Albicy, Navarro o Antetokounmpo en la primera parte del choque, a cuyo final se llegó con ventaja de 10 puntos para el Morabanc (33-43), destacando únicamente Randolph (25 puntos, 27 de valoración) en los madridistas.
El Madrid encaraba el tercer cuarto, su cuarto, y en él fue capaz de volver a meterse en el partido y de cambiar la dinámica del mismo. Guiados por Llull (22 puntos, 11 asistencias), Doncic (12 puntos, 10 rebotes) o Ayón consiguieron colocar por delante (56-54) al equipo de Laso por primera vez en todo el partido.
Con esta igualdad en el marcador, dio comienzo el cuarto periodo, no apto para cardiacos. Fue un periodo en el cual los parciales para uno y otro equipo se fueron sucediendo. El Morabanc conseguía irse en el marcador, pero en seguida el Madrid respondía para volver a igualarlo.
Así hasta llegar a los últimos 2 minutos. Un partido jugado a 120 segundos y con ventaja de siete puntos para los Peñarroya. Hubo varios actores principales en este último tramo. El primero, Noccioni. Por el jugador argentino no pasan los años y ayer lo demostró con un triple y una asistencia a Carroll cuando lo más fácil hubiera sido jugarse una canasta de dos fácil debajo de la canasta. Tras este triple de Carroll, dos tiros libres para Albicy para poner el 83-86 para su equipo.
La última posesión del Madrid fue polémica por un claro campo atrás no señalado de Llull, pero será recordada por el tremendo triple de Randolph que empató el partido.
Quedaban cuatro segundos y Albicy no supo acertar en la última jugada y el partido se iba a la prórroga.
Normalmente, el equipo que consigue empatar un partido en los instantes finales y que viene de abajo a arriba, no suele tener rival en el tiempo extra y así ocurrió ayer. El Madrid no dio opción al Andorra ( 99-91) y acabó con su sueño, que se convirtió en pesadilla en los últimos segundos del partido.
Mañana, partido de semifinales entre Baskonia y Madrid , a las 18:30.
¡Qué continúe el espectáculo copero!