Dirk Nowitzki se ha convertido en el sexto jugador en la historia en alcanzar la barrera de los 30.000 puntos, uniéndose así al selecto club de los “thirty thousand points” formado por Wilt Chamberlain, Michael Jordan, Kareem Abdul-Jabbar, Karl Malone y Kobe Bryant. Además de ello, ha sido el primer y único europeo en lograrlo, y el único jugador en la historia en superar los 30.000 puntos, 10.000 rebotes y 1.700 triples. Pero no todo ha sido de color rosa en la carrera del alemán, y es que sus 19 años en la NBA dan para una telenovela de calidad.
Principios en el baloncesto
Tras hacer sus pinitos en balonmano y tenis, sus 2,13m de altura le llevaron a probar el basket, deporte que en un principio consideró él mismo “de niñas”. Tras ascender a Primera División alemana con el Wurzburg, equipo de su ciudad natal, recibió largas del Barcelona, y eso le hizo decidirse a terminar los estudios en Alemania antes de moverse a otros equipos extranjeros.
Pero todo cambió cuando en 1998 jugó un partido contra estrellas NBA de la talla de Charles Barkley y Scottie Pippen, en el que anotó 33 puntos y 14 rebotes y dejó detalles de un gran control de balón y un mejor tiro. Eso hizo que Donnie Nelson convenciera a su padre, Don Nelson (entrenador de Dallas Mavericks en esos momentos), para que se fijara en Dirk. Nelson quedó impregnado de aquel chaval que era “carne de MVP”, y decidió hacerse con él “birlándoselo” a Milwaukee, que lo había elegido en el número 9 del draft de 1998.
Tras una primera temporada muy difícil para él, en la que se planteó incluso volver a Alemania, comenzó a alzar el vuelo en su segundo año, en el que anotó 17,5 puntos por partido. Fue a partir de entonces cuando la presencia e influencia de Nowitzki en el juego “Mav” dio sus frutos: entrarían en Playoffs en 14 de las 15 temporadas siguientes, tras 11 años de sequía. Casi nada.
Trayectoria
El referente de Nowitzki siempre ha sido Hakeem Olajuwon, tanto que intentó imitar su famoso tiro Dream Shake, fracasando en el intento. Eso hizo que trabajara en crearse su propio tiro, que la prensa bautizaría como “The Dirk”: un tiro único, casi como un paso de baile: un paso atrás, una pierna flexionada en el aire y una suspensión; parte de la culpa de sus 30.005 puntos en sus 19 temporadas en la NBA.
2006 y 2007 fueron los años más grises de su trayectoria. Blanco sobre negro. Tras perder la final de 2006 frente a Miami Heat tras ir venciendo 2-0, Nowitzki amplió su contrato y decidió quedarse en el club de su vida. Al año siguiente, y después de ganar 67 partidos en Temporada Regular, se despidieron del sueño del anillo en primera ronda de Playoffs, precisamente por los Warriors de Don Nelson. A pesar de ello, Dirk recibió el único MVP de Liga Regular de su carrera, convirtiéndose en el primer europeo en conseguirlo. Un MVP con sabor amargo, recibido mientras estaban de vacaciones y Golden State seguía en Playoffs.
Todos creían que en los años siguientes se confirmaría el declive de Dallas y de Nowitzki, pero llegó 2011, y con él los legendarios Playoffs de Dirk y sus Mavs. Reflejo de ello fue el cuarto partido que realizó el jugador, enfermo y con 38,5 de fiebre, en el que anotó 21 puntos, 10 en el último cuarto, dejando la serie 3-1 a su favor. Finalmente, el 12 de junio, vencieron y consiguieron el ansiado anillo, siendo Nowitzki elegido MVP de las Finales.
Poco más queda decir de esta leyenda del baloncesto mundial, sexto máximo anotador en la historia de la NBA y único europeo en esta élite. Para hacernos una idea, el siguiente es Gasol en el puesto 43, casi nada. Así que disfrutemos del “The Dirk” mientras podamos, y de este jugador tan irrepetible como especial.