En este artículo quiero explicaros como veo el paso de la etapa junior a senior que veo en muchos jugadores y jugadoras. Hablaremos a nivel “amateur” ya que a nivel profesional nos pueden venir a la cabeza casos como los de Luka Doncic o Ricky Rubio, pero esos dos jugadores están a un nivel fuera “de lo normal” y no cumplirían al 100% la mayoría de los parámetros que vamos a tratar en éste artículo, aunque en algunos de ellos sí se podrían ver reflejados.
A título personal, en los años que he entrenado a seniors, he dirigido a jugadores o jugadoras que jugaban su primer año en esta categoría. En la actual temporada entreno un senior femenino de 1a Catalana donde tenemos una jugadora que juega su primera temporada como senior.
Estos jugadores/as en concreto de los que hablaré jugaban en la categoría de Junior Preferente (máximo nivel en la Federación Catalana) es decir son jugadores y jugadoras con un buen nivel de baloncesto.
Cuando pasan a senior experimentan diversos cambios, a nivel personal y a nivel de baloncesto.
A nivel personal pasan del Bachillerato a estudios superiores universitarios, lo cual les obliga a más horas de dedicación y estudio. Hay días que en el caso de estudiar y hacer prácticas “empalman” su horario estudiantil con el entrenamiento a las 22h de la noche, sin pasar por casa prácticamente. Ya no están en el colegio o en el instituto donde muchas veces su horario de mediodía les permitía tener toda a tarde libre y llegar “frescos” al entrenamiento por la noche.
Tema baloncesto: algunos son jugadores/as con un rol de referentes en su equipo junior, ya que juegan muchos minutos, son de los máximos anotadores o máximos reboteadores, en fin, lo que consideramos jugadores determinantes. Es importante resaltar que al ser una categoría de dos años juegan contra chicos de su edad o un año menores, siendo en muchos casos superiores en el tema físico.
Al finalizar su etapa junior dan el salto a categoría senior. Por ejemplo en la Federación Catalana tenemos cuatro categorías, que de menor a mayor nivel, serían: 3ª Catalana, 2ª Catalana, 1ª Catalana y Copa Catalunya. Pero también encontramos casos de juniors con más nivel que dan el salto a categorías FEB (EBA, LEB o incluso casos como los que hemos citado de Doncic o Ricky Rubio que dan el salto directamente a la ACB).
Es obvio que a mayor categoría mayor nivel, pero las diferencias con las que se va encontrar son prácticamente las mismas que vamos a citar a continuación.
En categoría senior su realidad va a ser otra. Se encuentran con algunos compañeros/as y rivales que les sacan 10 años o más de diferencia y obviamente también son 10 años de experiencia en categoría senior. En los primeros entrenamientos ya se dan cuenta que no son superiores físicamente, que no superan fácil en el 1c1, que les cuesta horrores meter, si son pivots ya no son determinantes en la pintura, los golpes que reciben de algún jugador/a mayor son más duros, etc.
En los partidos cuando salen muchas veces producto de los nervios e inexperiencia se colapsan, cometen faltas ingenuas, han pasado de ser un referente en el junior a ser uno más en el senior, quizás la última rotación de los 12 jugadores/as.
Ven que ya a no disponen de aquellos 35 minutos, ni se pueden generar esos tiros, ni los compañeros/as les buscan para que resuelvan el partido. Ya no es aquel jugador/a determinante de la temporada anterior.
Así pues para resumir tenemos un chico o chica que le ha cambiado la vida en cuestión de pocos meses. En el tema personal ha aumentado la dificultad en los estudios, va tener que disponer de más horas de trabajo y menos de ocio. Y en el tema deportivo va a pasar de ser el jugador/a referente de su equipo a uno más e incluso en algunos casos el último de la plantilla.
Pongámonos en la piel de un/a adolescente de 18 años. Hay que ser muy duro mentalmente para asimilar estos cambios. Seguro que se plantean en muchos casos si les merece la pena levantarse a las 7 para ir a la Universidad y sin pasar por casa llegar a entrenar a las 22h y ser el novato o el rookie del equipo, trabajar y esforzarse al máximo para jugar 5 minutos el domingo. Y eso semana tras semana. Debe ser muy difícil afrontarlo todo.
Nuestra función y obligación como entrenadores es ayudarles en esa transición. Debemos aconsejarles que tengan paciencia, que trabajen duro y que se empapen de los conocimientos y la experiencia de sus compañeros/as. Que aprendan de sus rivales. Con el tiempo irán creciendo como jugadores y más temprano que tarde verán que todo ese esfuerzo les ha valido la pena. No hay recompensa sin trabajo previo.
Debemos evitar que se vengan abajo en su rendimiento o que arrojen la toalla y abandonen. Deben ser perseverantes y constantes.
Es como cuando un hijo o hija empieza a dar sus primeros pasos: el padre y la madre les guían y con el paso del tiempo por sí solos empiezan a andar y luego a correr.
Txema Martínez Font
Entrenador Nacional
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