El conjunto israelí vive uno de sus peores momentos en la competición europea, donde lleva tres años vagando por el desierto, dejando de ser ese equipo de referencia en el baloncesto europeo.
Hablar de la Euroliga, es hablar de Maccabi Tel-Aviv como uno de los grandes de esta competición. El conjunto israelí sumo seis Euroliga, de las cuáles dos las ganó cuando aún era denominada “Copa de Europa”. Las otras cuatro las gana ya en el siglo XXI, siendo la último en el año 2014, en esa gran final que ganó al Real Madrid con un Rice descomunal.
A partir de ese año, el conjunto de Shimon Mirazi, no ha vuelto a una Final Four, y suma sólo una participación en Playoffs, en la que cayó con Fenerbahçe por un contundente 0-3. De estos dos últimos años, sólo sobreviven de esa plantilla Jeremy Pargo y Alex Tyus, que han regresado este año tras un periplo fuera del equipo israelí.
A partir de la temporada 2014/2015 comienza la gran debacle del equipo. Desde esa temporada, en los últimos cuatro años, apenas suma un 36% de las victorias en Euroliga, con un balance de 28 victorias y 48 derrotas.
De otro lado, desde que se creó la nueva competición europea, en la gran liga regular, el Maccabi no ha sido capaz, en tres años, de clasificar para los Playoffs, quedando en el último año muy lejos del octavo puesto. Este año no lleva un camino muy diferente de los anteriores, ya que sólo suma una victoria en seis partidos, siendo la última derrota muy dura, en casa contra el Real Madrid por veinte puntos.
Además, ha contado con un sinfín de entrenadores, suma siete en apenas tres temporadas, a lo que ahora hay que sumar la reciente destitución de Neven Spahija. Con el tema de los jugadores, este año han revolucionado la plantilla como en los años anteriores, realizando una gran cantidad de fichajes que por el momento no han encontrado rendimiento.
En esta presenta campaña, los macabeos son el segundo peor equipo de la competición en ataque, sólo quedando detrás suya Buducnost. Este mal apartado estadístico está muy relacionado con el bajo rendimiento de muchos de sus jugadores.
En primer lugar, la gran estrella, Scotie Wilbekin, fichado desde Darussafaka como flamante MVP de la Eurocup. Una Eurocup que dominó a su antojo, con un soberbio aporte ofensivo, siendo el jugador clave de la competición. En esta temporada sólo ha hecho dos buenos encuentros, donde ha mostrado ese liderazgo. En los demás, apenas tuvo aportación ofensiva, dejando a su equipo huérfano. Sus estadísticas tal vez no reflejen su bajo rendimiento, pero creo que cuando Maccabi se fijó en él esperaba a ese Wilbekin de Darussafaka.
Otro de los fichajes decepcionantes de los israelíes ha sido el pívot americano Johnny O´Bryant. El jugador con pasado NBA llegaba a Maccabi para ser es pívot intimidador y dueño de los aros, como fue en su momento D´or Fischer o Alex Tyus, en su primera etapa. Pero para nada ha sido el jugador esperado. El pívot no ha mostrado ser ese jugador interior físico capaz de dominar la pintura e intimidar a los rivales, si no más bien ha demostrado todo lo contrario. Sus estadísticas son muy mejorables, sumando apenas 7.9 puntos y 4 rebotes. Unos números que no son suficientes para un pívot de un equipo que pretende ser un referente europeo.
Este mal momento europeo también se ve reflejado en la competición doméstica. Una competición doméstica donde Maccabi es total dominador, con 52 ligas israelís y 44 copas. En estos últimos cuatro años, sólo han ganado una liga, no llegando incluso ni a la final en tres ediciones seguidas, cosa que no pasaba desde la temporada 1993/1994.
Así pues, con un presente algo oscuro, el futuro para los israelís en Europa pinta un poco negro. Quedando este año ya atrás, en el que pocas posibilidades tienen de entrar entre los ocho mejores, el conjunto de Shimon Mirazi debe apostar de manera clara por un proyecto a largo plazo, con un núcleo importante de jugadores que durante varias temporadas sean capaces de mantener un estilo de juego.
Eso sí, que nadie dude que este equipo volverá, porque es uno de los grandes. No hay que olvidar que por este club han pasado jugadores como Jasickevicius, Anthony Parker, Derrick Sharp, Nikola Vujcic, y un sinfín de estrellas y leyendas europeas que han hecho grandes al club.
Además, por el bien de la Euroliga, Maccabi debe volver a ser el club que fue, ese que nos dejaba partidos vibrantes contra Real Madrid o CSKA, o a un Maccabi plantándose en la Final Four y levantando el título contra todo pronóstico.