Argentina 97-87 Serbia
La selección de Argentina terminaría por confirmar la gran decepción de este Mundial. Serbia, máxima favorita al título junto a Estados Unidos, cayó eliminada sumando dos derrotas consecutivas, primero ante España en la 2ª Ronda y ahora frente a los argentinos que además los eliminan del camino hacia la final.
La garra y corazón del equipo argentino hizo invalidar el favoritismo serbio y, a pesar de no contar en las previas para disputar las semifinales, Argentina luchará por un hueco en el podio. Al igual que España, los sudamericanos no lograban pasar de cuartos desde Japón 2006.
Serbia, subcampeona del mundo en 2014, no podrá repetir gesta tras caer ante el juego coral argentino. Los balcánicos tuvieron que tirar en todo momento de individualidades, pero fue insuficiente para ganar el partido. Así, los serbios, plagados de estrellas NBA y de Euroliga como Nikola Jokic, Bogdan Bogdanovic (21), Nemanja Bjelica (18+7), Boban Marjanovic o Miroslav Raduljica, se quedan inesperadamente fuera de la lucha por las medallas.
Luca Vildoza y Patricio Garino (ambos acabaron en 3/5 de tres) inundaron la primera mitad de triples (9/16) y facilitaron que su selección obtuviera las primeras ventajas antes del descanso (54-49). Pero Serbia se mantuvo aferrada al partido en todo momento gracias, cómo no, a su juego interior encabezado por Jokic (16+10+5). Terminaron capturando 42 rebotes, por los 29 que cogieron los argentinos.
Además, los de Sasha Djordjevic iniciaron el último cuarto poniéndose por delante (68-70), pero dos triples consecutivos de Garino y Facundo Campazzo iniciaron el despegue de Argentina hacia la victoria. El base del Real Madrid se mostró espléndido con sus mágicas asistencias (18+6+12) y su trabajo intenso en defensa, robando hasta tres balones. Junto al incansable Luis Scola en la pintura (20+5), armaron el triunfo final de su selección.
A tres minutos del final ya controlaban el partido por 87-76 con buenas canastas bajo el aro del veterano pívot. Un triple de Campazzo, a lo que le siguió un robo y mate de Gabriel Deck (13+8), pusieron el marcador en 95-85 a menos de 50 segundos, por lo que terminó de romper partido.
Estados Unidos 79-89 Francia
Muy pocos tenían fe en este combinado norteamericano. Pero otros tantos defendían que Estados Unidos siempre es Estados Unidos. Finalmente, la selección estadounidense no podrá revalidar el título mundial por tercera edición consecutiva. 13 años llevaban sin perder un partido oficial.
Sufrieron de lo lindo contra Turquía en la fase de grupos, yendo incluso a la prórroga, y Grecia y Brasil tampoco se lo pusieron fácil en la 2ª Ronda. Y en cuartos de final, ante uno de los grandes equipos de este Mundial como es la selección de Francia, Estados Unidos no pudo superar la eliminatoria. Ahora los galos tratarán de mejorar el bronce que consiguieron en 2014 y buscar su primera presencia en una final.
Y es que los franceses no se vieron intimidados en ningún momento por este equipo NBA que tiene como máximo estandarte a Kemba Walker. A pesar de la descomunal exhibición de Donovan Mitchell (29+6+4), Estados Unidos fue inferior sobretodo en sus ataques, eclipsado por la defensa gala liderada por el pívot Rudy Gobert (21+16). Además, los de Popovich completaron un triste 66’70% en tiros libres, algo que pesó en los minutos finales, y el carácter reboteador fue dominado por Francia (44-28).
Al descanso los galos se fueron por delante (39-45) destacando los 13 tantos que ya llevaba Evan Fournier (22). Este en la reanudación convirtió un 3+1 que recibió de Joe Harris para poner a su selección en +10 (41-51). Los rebotes daban múltiples segundas oportunidades a Francia, quienes terminaron sumando por esta vía 16 puntos. Otros 22 tantos del cómputo global vinieron tras pérdidas de balón de los estadounidenses.
Pero los NBA empataron a 62 con un Mitchell estratosférico apoyado por destellos de Marcus Smart (11), Khris Middleton o Jaylen Brown. Y se pusieron 66-63, por arriba antes del último cuarto, hasta que a falta de 4:30 Frank Ntikilina reempató el encuentro con un triple.
Francia siguió remando bien cerca de Estados Unidos y al final los acabaron adelantando para ponerse con una ventaja de 6 puntos en los dos minutos últimos. Y la intensidad defensiva de Gobert, con dos tapones incluidos en las jugadas finales, hizo el resto. Se terminó estos 10 minutos con un parcial de 13-26 para los franceses. Dejan a USA sin podio por segunda vez en los últimos 37 años, como en 2002, cuando cayeron en casa también en los cuartos de final, aquella vez frente a los argentinos. Pero en las demás ediciones desde 1982 siempre habían saboreado medalla.
España 90-78 Polonia
España supera los cuartos de final por primera vez desde aquél glorioso Mundial de Japón de 2006, y con una generación de jugadores casi completamente diferente a la que veníamos acostumbrados, en una época de transición generacional. Después de dar una lección de baloncesto y sorprender a Serbia en la segunda fase de grupos (81-69), España eliminó a la rocosa Polonia para pelear por las medallas tras dos ediciones mundialistas en blanco.
No obstante los polacos volvieron y a lo grande a un Mundial, competición que no pisaban desde 1967 donde además finalizaron quintos. Plantó cara de principio a fin a los españoles, dando arreones de puntos silenciosos cada dos por tres para evitar que su rival se marchara en el marcador. Pero al final la diferencia acomodó a España en los últimos minutos para llevarse la eliminatoria.
Liderados por Ricky Rubio (19+5+9), como viene siendo habitual en este torneo, con numerosos robos (9) y repartiendo múltiples asistencias (28, 9 más que Polonia), para mover el balón y romper la fortaleza polaca, España acabaría llevándose el gato al agua. A cinco minutos del final, 11 puntos consecutivos marcaban la diferencia estableciendo un 87-72 que a la postre resultó ser determinante.
Rudy Fernández también fue vital con su tremenda eficacia desde tres y enchufándolos en momentos muy cruciales. Terminó con cinco de cinco en triples y 16 puntos. Con ello eclipsaron la actuación estelar de A.J. Slaughter (19+2+6) y el buen hacer de sus compañeros Adam Waczynski (15) y Mateusz Ponitka (9+11), todos ellos culpables de que la selección polaca haya conseguido entrar entre las ocho mejores selecciones del mundo.
Australia 82-70 República Checa
Por primera vez en su historia, una ilusionante selección australiana logra meterse entre los cuatro mejores equipos del mundo. Venció a otra selección que va a completar un Mundial para el recuerdo: la República Checa en su primera competición mundialista, ha alcanzado los cuartos y peleado hasta el final por buscar las semifinales.
Los checos mantuvieron el pulso a Australia hasta que se desconectaron mínimamente en los últimos cinco minutos del tercer tiempo, donde los oceánicos cerraron dicho cuarto con un parcial favorable de 17-3 para abrir una brecha importante, 63-48.
En esos minutos incluso su mejor jugador, el base Patty Mills (24+4+6), se encontraba en el banquillo. Lo que hace ver la capacidad que tiene este grupo de Australia para aspirar a todo en las siguientes eliminatorias. Chris Goulding (14), el veterano Andrew Bogut (10+3 tapones), Joe Ingles (6+5+4), Matthew Dellavedova (9), Aaron Baynes (6+5) y Jock Landale (7) se reparten el trabajo en armonía y luchan cada posesión, lo que les ha llevado hasta aquí.
No obstante la República Checa realizó un último intento y con 7 puntos consecutivos se reengancharon en el último cuarto para mantener el partido disputado hasta el final, a base de triples. Pero sería Mills el encargado de rematar la faena. Con un tiro de tres puso a Australia en +10 a menos de 50 segundos. Los checos fallaron en su siguiente ataque y el base sentenció con un maravilloso crossover que acabó enchufando un canastón de dos puntos al borde de la línea de 6’75.
Por la selección checa cabe destacar la alta puntuación de Patrik Auda (21) y lo cerca que estuvo el líder de este equipo Tomas Satoransky (13+9+13) de completar el primer triple-doble de la historia en un Mundial, algo que muchos jugadores han estado muy cerca en esta cita pero que sigue resistiéndose, de momento.