Este no es un artículo para felicitar a estos grandes CAMPEONES, porque seguramente se están haciendo miles de artículos felicitándoles, porque por lo menos en esta semana las portadas de los periódicos se acordarán de que hay otro deportes en los que España es mucho mejor que en el deporte «rey».
Hace justamente dos años la Eslovenia de Dragic y Doncic nos ganaba por 20 puntos en las semifinales del Eurobasket. En ese Europeo, finalmente fuimos bronce, pero este gran país de entendidos del baloncesto ya se encargó de anunciar el fin de la época dorada del baloncesto español liderada por los juniors de oro del 1999 y que vendrían años muy negros para el baloncesto español.
Pero como pasa en la vida, hubo un grupo de gente, jugadores, que no dejó de creer en seguir triunfando en su deporte a pesar de que sabían que, aunque consiguiendo el objetivo de clasificar a España para el mundial, se iban a quedar, la mayoría de ellos, sin el premio de estar entre los doce elegidos para disputarlo.
Y de eso trata esta pequeña reflexión, dar las gracias a esos jugadores que no dejaron de creer. Que lucharon porque España estuviera en el mundial, y que mientras escribía estas líneas he escuchado al seleccionador Sergio Scariolo que no sabe como, pero que les hará llegar a cada uno una medalla de oro, porque se la han ganado igual que los doce de China.
Estos jugadores han sido Fran Vázquez, Jaime Fernández, Sebas Saiz, Darío Brizuela, Sergi Vidal, Rodrigo San Miguel, Albert Oliver, Nacho Llovet, Alberto Abalde, Oriol Paulí, Edgar Vicedo, Alberto Díaz, Santi Yusta, Victor Arteaga, Ilimane Diop, Xavi López-Arostegui, Jonathan Barreiro, Sergi García, Carlos Alocen, Joan Sastre, Pablo Aguilar, Pere Tomàs, Albert Ventura, Sergio Rodríguez y los mundialistas Quino Colom, Javi Beirán, Xavi Rabaseda, Pierre Oriola y Juancho Hernangómez.
MUCHAS GRACIAS a todos por no dejar de creer y seguir luchando a pesar de saber de que el premio iba a ser amargo para muchos de vosotros.
No quiero cerrar este artículo sin dar las gracias a otro jugador que no ha estado en las ventanas ni en el mundial pero se merece todo mi respeto, porque si no fuera por las lesiones hubiera estado allí y que no es otro que Pau Gasol, que también se merece esa medalla porque siempre a dado la cara por este equipo.
Y si, mil gracias CAMPEONES, porque hoy he llorado mucho, pero de alegría, porque sois muy grandes y hacéis grande mi deporte el BALONCESTO