Casi una semana después del varapalo que se llevó el Barça en los cuartos de final de la Copa del Rey de Málaga ante el Valencia Basket y tras unos días de reflexión, me apetece dar mi opinión y hablar un poco sobre la situación actual del equipo blaugrana. Tengo la sensación de que hace falta hacer autocrítica por más que algunos no quieran. Antes de empezar a dar mi punto de vista sobre lo sucedido y sobre cómo va avanzando la temporada, quiero dejar bien claro que estoy y estaré eternamente agradecido a Svetislav Pesic por hacer de este equipo moribundo un equipo competitivo y por devolverlo a la primera línea europea. Que quede claro. Aquí algunos tenemos memoria.
Una vez aclarado esto, vamos a ir punto por punto. Quiero hacer un pequeño inciso en el final de la temporada pasada y una vez hecho, procederé a hablar ya únicamente sobre este 2019-2020.
Pesic 2021
El Barça de Pesic, con una plantilla con claro déficit de calidad logró salvar los muebles y competir muy por encima de sus posibilidades contra el Anadolu Efes (Playoffs Euroliga) y contra el Real Madrid (Final ACB). La imagen dada fue muy buena y además se ganó la Copa del Rey. Viendo el nivel de la plantilla, se podía dar por salvada la temporada. Pero hasta aquí. Estaba claro quién tenía que ser el sustituto del serbio en el banquillo para liderar el proyecto, pero nada de eso. Pesic, 2 años más. Y en parte lo pude entender por merecimiento, por haber hecho rendir a esa plantilla muy por encima de sus posibilidades, como ya he dicho. Pero es que se veía venir de lejos.

Una monstruosa inversión: el presupuesto más alto de Europa
Nikola Mirotic, Cory Higgins, Brandon Davies, Álex Abrines y Malcolm Delaney. Poco más que añadir. Por primera vez en muchos años, una plantilla (plantilla, ojo, no equipo) a la altura del Real Madrid y de los grandes de Europa. Pero el rendimiento de algunos de estos jugadores queda en entredicho. Nikola Mirotic lo está haciendo fantásticamente bien y a Malcolm Delaney se le ve cada vez más suelto en la cancha y no le quema el balón en los momentos calientes, de notable. Brandon Davies empezó a un nivel brutal, se le subió el mote (Rambo) a la cabeza y la verdad es que lleva unos meses a un nivel flojo. Álex Abrines ha ido de menos a más y ha dejado buenos partidos, pero le está faltando un poco de regularidad. Y por lo visto hasta el momento, Cory Higgins es la mayor decepción entre los fichajes, aunque, eso sí, con este no tengo dudas de que resurgirá.

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Ya se han jugado 2 títulos en lo que va de temporada y de momento el Barça no ha ganado ninguno. Perder la Supercopa en Madrid ante el Real Madrid en una final por 10 puntos con el equipo totalmente nuevo no lo vi, ni mucho menos, como un fracaso. De hecho, se compitió bien y la cosa no se decidió hasta los instantes finales. 0 reproches. En cambio, hace unos días en Málaga el Barça cayó eliminado ante un Valencia que le endosó dos parciales de 0-20 y de 0-14 que dejaron sin opciones a los de Pesic. Caer en cuartos de final con un buen Valencia no lo considero un fracaso. La manera en la que se cayó, sí. Hay que saber relativizar la derrota y que sirva de aprendizaje. Veremos si es así, porque esto ha sido un aviso de lo que puede ocurrir en mayo y junio.

El incomprensible ostracismo con algunos jugadores y lesiones que dificultan todo
Le gestión de minutos y roles es probablemente el talón de Aquiles de Pesic. Hay jugadores como Pau Ribas, Rolands Smits y, por supuesto, Artem Pustovyi que llevan mucho tiempo en el ostracismo, sin contar con minutos. Y otros jugadores como Nikola Mirotic o Brandon Davies jugando minutadas desde octubre. En una competición como la Euroliga lo puedo llegar a entender, pero, ¿de verdad que Ribas, Smits o Pustovyi no están para aportar 10-15 minutos en ACB ante rivales menores?
Por otra parte está el tema de las lesiones. Primero fue Heurtel y luego Pangos. Dos lesiones de larga duración que arrastran al equipo desde el inicio de temporada, como bien sabemos todos. Además de estos dos, han ido cayendo jugadores como Delaney, Ribas, Higgins, Claver… lo que hace que la temporada haya sido complicada desde el inicio. Las cosas como son. Pero, con tanta lesión de por medio, es aún más insostenible el reparto de minutos y el ninguneo constante hacia jugadores como Ribas, Smits y Pustovyi. Sobre todo a este último. Pesic sabrá.

Los resultados (y solamente los resultados) avalan a Pesic
Y eso es así, porque, centrándonos en las 2 competicomes restantes, el equipo está muy bien colocado. Líder en Liga Endesa con un balance de 17-4 y tercero en Euroliga (empatado con el Real Madrid, que va segundo) con un balance de 18-6. En esto poco que decir. Difícil hacerlo mejor. Como difícil es, jugar tan mal al baloncesto con una plantilla tan jodidamente buena. Pero esto lo llevamos diciendo desde hace ya mucho tiempo. El equipo no ha evolucionado mucho desde octubre y son ya unos cuantos meses esperando un baloncesto atractivo que, me temo, no va a llegar nunca con Pesic en el banquillo. Podríamos hablar de la obsesión casi enfermiza de cerrar la zona y dejar que los rivales te cosan a triples liberados partido tras partido o de las diferentes desconexiones que tiene el equipo prácticamente en cada partido, pero será mejor dejarlo estar.

¿Y ahora qué?
Pues ahora quedan 10 jornadas de la Fase Regular en Euroliga y otras 13 en Liga Endesa. En Europa salidas complicadas como la visita al Panathinaikos de mañana o el CSKA la semana que viene. Lo malo es que ahora se vienen 3 duelos europeos lejos del Palau. ¿Lo bueno? Que de los 7 últimos partidos restantes 5 son en casa. Veremos en qué posición finaliza el Barça la Fase Regular. Será importante asegurarse el factor cancha. Y en Liga Endesa, lo dicho, quedan 13 jornadas y también habrá salidas difíciles como el Clásico en el WiZink Center dentro de unas semanas, o como las visitas a canchas complicadas como la Fonteta, el Martín Carpena o el Fernando Buesa Arena, entre otras. Para poder ganar este título veo imprescindible que el equipo aguante la primera posición de la tabla. Y aun así lo vería muy complicado.
Y por mi parte, poco más que añadir. Queda lo más difícil y lo más bonito a la vez. El equipo aspirará a luchar por los 2 títulos restantes, pero existe la posibilidad (es más, creo que es lo más probable) de no llevarse ninguno.