A principios de enero del 2016 el Zalgiris Kaunas destituía a Gintaras Krapikas como entrenador del equipo y nombraba al ídolo local Sarunas Jasikevicius como nuevo coach del equipo lituano. Todo un acierto viendo el rendimiento que ha ido sacando año tras año a su plantilla, no cabe duda.
Bien es cierto que esa temporada la situación en la Euroliga era más que compleja porque al Zalgiris le tocó un grupo muy competitivo en el Top 16, formado por equipos como CSKA, Baskonia (equipo que posteriormente acabó metiéndose en la Final Four), Real Madrid, Barça o los siempre complicados Olympiacos y Khimki. El balance no fue bueno y ahí finalizó la temporada europea de los lituanos. No obstante, acabaron ganando la liga venciendo a Neptunas Klaipeda por 4-1.
Llegó el primer verano de trabajo en el despacho para el club con Saras al mando. Confeccionó una plantilla interesante, con un presupuesto muy limitado, eso sí. Además, esa confección era importante ya que en la temporada 2016-2017 se estrenaba el nuevo formato de la Euroliga, con 30 partidos en la fase regular. Una animalada muy atractiva. Llegaron fichajes interesantes en la dirección: Kevin Pangos y Leo Westermann, entre otros. También jugadores como Arturas Milaknis o los centers Augusto Lima y Antanas Kavaliauskas. En definitiva, un presupuesto limitado, pero bien aprovechado. El equipo luchó y compitió muy bien especialmente en la segunda vuelta y se quedó a 2 victorias de meterse en los playoffs. En lo doméstico, campeones de liga venciendo al Lietkabelis por 4-1.

Durante el verano del 2017 los lituanos siguieron dándole forma a la plantilla y firmaron jugadores como Vasilije Micic, Axel Toupane, Aaron White o Brandon Davies. Pero bien es cierto, que ese verano el equipo perdió a Leo Westermann, Lukas Lekavicius o Augusto Lima. Reinventarse o morir. Y vaya si lo hicieron. En lo doméstico campeones de liga una vez más venciendo por 4-1 al (por entonces) Lietuvos Rytas y también de la copa tras ganar en la final (81-62) al mismo rival, el Lietuvos Rytas. Pero lo verdaderamente gordo e inesperado llegaría con la clasificación para disputar la Final Four de Belgrado. El papel de Saras fue fundamental para sacar el máximo provecho de esta plantilla, hacerla tan competitiva como para eliminar al Olympiacos en playoffs (3-1) y obrar el milagro. De hecho, en la semifinal de la F4, compitieron al máximo y a punto estuvieron de dar la sorpresa ante el Fenerbahçe, aunque terminaron cayendo por 76-67. Pero fueron tan jodidamente competitivos que acabaron venciendo al CSKA en el partido por el tercer y cuarto puesto (77-79). Terceros de Europa. Temporada de ensueño.

Y eso tuvo consecuencias, claro. Ese mismo verano del 2018 se fueron algunos jugadores, pero los más importantes: Kevin Pangos y Vasilije Micic, los directores de orquesta de Saras. Otro verano más de reconstrucción. ¿Las apuestas en la dirección? Nate Wolters y Thomas Walkup. También volvió Leo Westermann. Y una vez más, el equipo de Jasikevicius volvió a ser competitivo en todo. Ganaron, como no podía ser de otra manera la liga ante el Vilnius Rytas (3-0), pero la sorpresa vino en la copa, con esa derrota en la final ante el mismo equipo por 67-70. De todas formas, en la Euroliga volvieron a ser competitivos y el equipo logró la clasificación para los playoffs venciendo en el WiZink Center al Real Madrid, con una exhibición de Brandon Davies, finalizando así la fase regular con 6 victorias consecutivas. Máquinas de competir. Aunque, eso sí, en los playoffs cayeron con el Fenerbahçe por 3-1.
Y vuelta a empezar. Este pasado verano se han ido, entre otros, Nate Wolters, Aaron White y Brandon Davies. Tres piezas fundamentales en el esquema de Jasikevicius. Han llegado, eso sí, Lukas Lekavicius (de nuevo), Nigel Hayes, Zach Leday, Jock Landale o KC Rivers. Y una vez más, campeones de la copa ante el Vilnius Rytas (82-72), bien situados en la liga (líderes, con un balance de 21-2) y en Euroliga luchando como auténticos animales por entrar en los playoffs y además jugando muy bien al baloncesto. Y es que el equipo de Sarunas Jasikevicius ha ganado 9 de los últimos 12 encuentros y está muy vivo. No los descarten para nada. Es lo que tiene saber reinventarse verano tras verano. Bendito club y bendito entrenador.