El Real Madrid ha vivido un final de temporada no esperado, convulso, en el que el equipo no ha estado a la altura de las circunstancias y ha fracasado en su búsqueda del título de la Liga Endesa.
En primer lugar, quiero comenzar este artículo diciendo que sí, que ha sido un fracaso no pasar de la fase de grupos en esta fase excepcional por el título de la Liga Endesa. Negarlo sería absurdo. Porque el Real Madrid era el favorito para revalidar el título de campeón, por lo ocurrido en los últimos ocho años y por cómo se estaba desarrollando la temporada antes del parón por el coronavirus.
Pero, tampoco este fracaso debe poner en cuestión el trabajo realizado por el equipo durante todo el año. Hay que poner toda la temporada en perspectiva. El conjunto de Laso comenzó la temporada ganando la Supercopa Endesa contra el Barça Lassa, con el Facu Campazzo como MVP. El año continuó con el equipo fluctuando entre la primera y la segunda plaza en la Liga Endesa, y asentado en la segunda posición de la fase regular de la Euroliga, tras un intratable Efes. Y, por último, se llegó a la Copa del Rey con algunas dudas tras unos partidos algo irregulares, pero el Madrid arrasó en la edición de Málaga, de nuevo con un Campazzo como MVP.
Así pues, con la no resolución de la Euroliga, y tras caer en esta fase de grupos, el Madrid cierra el año con dos títulos de tres posibles, por lo que no se puede tildar de fracaso estrepitoso su temporada. Pero, esta fase final si ha dejado evidencias de las carencias que puede tener este equipo, y deja claro que tiene margen de mejora.
Y ahora, ¿qué tiene que hacer el Real Madrid de cara al año que viene?
Lo primero de todo, mantener a Pablo Laso al mando del equipo. Dudar del entrenador vasco es una temeridad. Ocho años de éxitos continuos le avalan. Con contrato hasta 2021 será el capitán del barco hasta que él diga basta.
En segundo lugar, es necesaria la llegada de un segundo generador en el juego exterior. Campazzo, en algunos momentos, se ha encontrado bastante solo en cuanto a la generación de espacios para sus compañeros desde el pick and roll y el uno contra uno. Llull, desde el puesto de base y tras la lesión, no ha conseguido encontrar su sitio, y ha mezclado buenas actuaciones con otras no tan fructíferas para su equipo. Y el fichaje para esta temporada en el juego exterior, el argentino Laprovittola, no ha dado el nivel esperado y debe salir del club.
También hay que ir pensando en el relevo generacional de esta plantilla. Ocho jugadores de la actual plantilla tienen más de 30 años. Si es cierto que muchos de ellos no han dado sensación de ciclo agotado, pero la edad no perdona, y es posible que su tiempo en el club se esté agotando. Rudy tiene contrato hasta 2022, Carroll ha firmado, parece, su último contrato con el club, Sergio Llull acaba contrato en 2021, y el caso de Felipe Reyes se tratará más adelante.
El relevo de Edy Tavares. La llegada de Jordan Mickey, y sobre todo de Salah Mejri, parecía que daba por solucionado el relevo del pívot caboverdiano, pero no ha resultado ser así. El pívot estadounidense no ha hecho una mala primera temporada, aunque su ausencia en esta fase final ha sido toda una incógnita. Mención aparte merece el caso de Salah Mejri, un fichaje que nunca entendí. Su aportación se ha traducido en pocos partidos a muy bajo nivel, un fracaso de fichaje que no arregla la anterior etapa del tunecino en el conjunto blanco.
El caso de Felipe Reyes. El capitán parece que renovará por una campaña más, siguiendo su política de renovar cada año. El cordobés, que recientemente ha cumplido 40 años, ha tenido un papel no muy importante en estas dos últimas temporadas, viéndose superado por jugadores como Garuba, que ha ocupado muchos de sus minutos. Pues bien, yo la renovación del capitán no la llevaría a cabo. Creo, que su etapa en el club ha concluido, y que es hora de que su lugar lo ocupen otros jugadores.
En cuanto a las posibles llegadas, parece que el único movimiento que se va a hacer en las oficinas es la llegada de Carlos Alocén, o al menos eso parecía antes de lo acontecido en esta fase final. Eso sí, todo cambiaría si se confirmase alguna de las salidas rumbo NBA de las que se han escuchado rumores, como son los casos de Tavares, Campazzo y Deck. Si alguno de estos tres jugadores sale, su reemplazo será difícil, pero debe ser ambicioso.
Puede que esta fase final por el título haya sido sólo una piedra en el camino del proyecto, o puede que haya sido un toque de atención de cara al futuro. Ahora, le toca a Pablo Laso y Alberto Herreros planificar la siguiente temporada, en la que seguro el Real Madrid seguirá siendo competitivo y luchará por todos los títulos posibles.