El pasado domingo, llegó el día que parecía que no llegaba nunca. Facundo Campazzo jugó su último partido con la camiseta del Real Madrid.

No es un adiós, es un hasta pronto, o eso queremos pensar los aficionados al baloncesto europeo en general y los aficionados al Real Madrid en particular. Facundo Campazzo pone rumbo a la NBA, tal y como merece hace un par de años, y deja un hueco en el Real Madrid que será muy difícil de suplir, tanto en el apartado deportivo, como en el apartado emocional.
En el apartado deportivo no hay mucho que discutir o pensar. Se va uno de los mejores bases de Europa, y el mejor base posible para el Real Madrid de Pablo Laso. No hay más. Nadie ha cuadrado tanto a Laso como el argentino, tanto en defensa como en ataque. Porque sí, el Facu es determinante en los dos lados de la pista, y eso es un rara avis en los tiempos que corren.
Y hay que recordar que su adaptación al club y al sistema de Laso no fue fácil. Una primera temporada donde pasó desapercibido, una cesión de dos años a UCAM Murcia (dónde creció de manera exponencial), y un regreso como jugador fundamental y con rol estelar en el esquema del entrenador vasco.
En cuanto a su palmarés, pues lo ha ganado todo, y ha sido MVP de casi todo, completando dos últimos años a un nivel estratosférico. Tres ligas ACB, dos Euroligas, dos Copas del Rey y cuatro Supercopas Endesa, en dos etapas diferentes, para un total de cinco temporadas en el conjunto blanco.
Pero no es en el apartado deportivo el único lugar donde pierde el Real Madrid con su salida. Y es que pocos jugadores han entendido mejor que el argentino lo que es jugar en el Madrid. Dar todo en cada partido, en cada posesión y conectar a la grada con tu juego. Eso le ha hecho conectar con la grada del WiZink Center casi desde su llegada.
Los últimos meses resumen de manera clara la profesionalidad de un jugador con el club para el que juega. Porque el Facu sabe desde agosto que se va la NBA, y no se le ha notado ni un segundo que esa era su intención. Se jugó el físico hasta el último minuto que jugó en el partido con BAXI Manresa. Uno de los mejores extranjeros de la historia reciente del Real Madrid.
Solo queda desearle suerte en la mejor liga del mundo, donde seguro seguirá compitiendo con cualquiera y contra cualquiera, como ha hecho durante toda su carrera. Ahora, es el Real Madrid el que debe pensar en su siguiente movimiento, ya que el sustituto de Campazzo va a tener el listón muy alto, y toda comparación puede resultar odiosa.